Es una realidad que en el mundo actual la tecnología ha despersonalizado a las empresas e instituciones.

Las empresas hoy son percibidas por la sociedad como sociedades abstractas. A esto podemos atribuir un distanciamiento afectivo entre las marcas propiedad de las empresas y los consumidores. La lealtad a las marcas se ha perdido en los últimos años, generando inestabilidad

Por ello vemos que se vuelve imprescindible rescatar la identidad humana de las empresas.

Imaginar a Microsoft son Bill Gates es impensable, aunque él no esté desde hace muchos años en la operación de ese gran corporativo que preside. Sin embargo, su imagen ligada a la filantropía en el ámbito internacional a través de su fundación Bill & Melinda Gates, -fundada en 1994-, le ofrece a Microsoft un blindaje emocional que le ha permitido crecer y estar más sólido que nunca.

La presencia de Steve Jobs, -como alma de Apple-, fue fundamental para dar a esa empresa la categoría de una leyenda de excelencia tecnológica y su ausencia seguramente ha tenido un impacto en la empresa.

La imagen pública de Elon Musk, -fundador de Tesla-, Mark Zuckerberg, -de Facebook-, son otros nombres que dan identidad a grandes corporativos multinacionales.

Y en México la situación es similar. ¿Sería imaginable Telcel, Sanborns, Sears y otras empresas de Grupo Carso sin el respaldo de la imagen pública del apellido Slim?

El nombre de don Lorenzo Servitge está ligado indisolublemente a la palabra Bimbo y su actividad como líder social blindó a su empresa y le ayudó a crecer.

El liderazgo público del ingeniero Lorenzo Zambrano le ayudó a proyectar a CEMEX como una multinacional mexicana.

Don Roberto González Barrera y su actividad pública permitieron el crecimiento de Maseca y Banorte.

Detrás de las grandes empresas exitosas generalmente aparece el nombre de un líder empresarial con gran presencia en la sociedad, participando en las actividades comunitarias significativas, o en los grandes retos del país.

Este seminario aportará instrumentos para fortalecer las capacidades de liderazgo público desde el ámbito empresarial.

ESTRUCTURA SEMINARIO

• Tres sesiones de cuatro horas cada una, a lo largo de tres días

OPCIÓN VERSIÓN CONFERENCIA

• Una plática de entre 45 minutos y 69 minutos de exposición, más la sesión de preguntas y respuestas.